Miguel A. Muñoz-Lorente y María Blasco
Dada la relación entre telómeros y envejecimiento, ya que "los telómeros se acortan a lo largo de la vida, así que los organismos más viejos tienen telómeros más cortos", los científicos se lanzaron a estudiar cómo afectaba "a los ratones el tener telómeros hiperlargos", según explican desde la citada institución. Los resultados, que se publicaron en la revista Nature Communications, muestran "solo consecuencias positivas: los animales viven más con mejor salud, sin cáncer ni obesidad".
Lo más relevante, para los autores, es el aumento significativo de la longevidad "sin ninguna modificación genética", informa este centro. "Este resultado apoya la idea de que, a la hora de determinar la longevidad, los genes no son lo más importante", señala la jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO, la doctora María Blasco, autora intelectual del trabajo. "Hay margen para alargar la vida sin alterar el material genético", añade.
"El acortamiento de los telómeros se considera uno de los indicadores de envejecimiento, dado que bastan los telómeros cortos para provocar el envejecimiento del organismo y reducir la duración de la vida", se explica en Nature Communications, según indican desde el organismo en cuestión.