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Marino Gómez-Santos recorre la vida del científico partiendo de sus conversaciones con el propio Fernando de Castro y adentrándose en su archivo, donde examina sus dibujos y sus preparaciones histológicas, así como un abundante epistolario con las máximas autoridades de la ciencia a nivel mundial, entre ellos Ramón y Cajal, con quien comenzó a trabajar en el Laboratorio de Histología y Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid.
Puntos destacados
Tal y como explicó, durante la presentación del libro en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), Fernando de Castro Soubriet, continuador de la labor investigadora de su abuelo, su mayor contribución fue hacer la primera descripción y clasificación de los quimiorreceptores (células especializadas en detectar sustancias químicas y transmitir esa información al sistema nervioso central).
Durante la presentación de la obra 'Fernando de Castro: su vida, su obra', el profesor Antonio Campos, Académico de Número de la RANM, destacó la excelente calidad de la biografía, pues su autor ha dedicado especial atención a las peculiaridades biográficas del científico, que él mismo trato de que pasaran inadvertidas, y de las cuales se desprende una imagen del profesor universitario como alguien enhiesto y enlutado, en cuyo interior habitaba un ser brillante.
La Guerra Civil española impidió a Fernando de Castro concluir sus trabajos de investigación ya reconocidos por la comunidad científica internacional. El profesor Campos subrayó que existen pocos testimonios que sean más vivos que esta obra para permitir conocer, tal como era, a un científico de cualidades tan eminentes, sin pose de ningún genero. Se trata de la aproximación biográfica más importante hecha hasta el momento de Fernando de Castro, un investigador que se hablaba de tú con las neuronas.