
La Asamblea General de Colegios Farmacéticos, celebrada a lo largo de la mañana del miércoles, tuvo dos virtudes, la participación y la claridad. De la participación no sólo dio cuenta el alto número de colegios representados, sino incluso la feclitación de la presidenta del Consejo General, Carmen (Menchu) Peña, a los representantes del Colegio de Valencia; en cuanto a la claridad, no hubo dudas en mantener que, en ningún caso, la farmacia va a aceptar el hacerse cargo de las aportaciones que, como consecuencia de la última medida adoptada por el Gobierno, de imponer unos descuentos de 7,5 por ciento sobre el precio de los medicamentos bajo patente, afecta a toda la cadena del medicamento, desde la industria a la farmacia pasando por la distribución. Vamos, un proceso en cascada que el Consejo General de Farmacéuticos quiere que se siga a rajatabla y que, por tanto, cada palo que aguante su vela. Y es que la oficina de farmacia aparece como la más castigada en todo el proceso de ajuste del gasto sanitario diseñado por el Gobierno.



