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Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad, y John Dalli, comisario europeo de Sanidad |
Por su parte, Trinidad Jiménez explicó que España ha elaborado un "documento de compromiso", en el que ha tratado de recoger las propuestas y preocupaciones de las partes, y que espera que esa directiva también pueda ser aprobada durante la Presidencia española. La propuesta, según detalló la ministra española, pasa porque sea el país de nacionalidad del paciente y en el que haya cotizado a la seguridad social el que sufrague sus gastos. Entre otros motivos, España alega que el turismo sanitario pondría en peligro el sistema de trasplantes. Pero, para sacar adelante la iniciativa, tendrá que convencer a países como Suecia, Reino Unido y Francia, partidarios del documento anterior. Hasta el momento, Grecia, Portugal, Polonia y Rumanía han sido los aliados del Gobierno en este asunto.
Postura de la FSS-CCOO
Para CCOO, esta iniciativa tiene una especial importancia para España, sobre todo por el incremento sufrido en los últimos años del denominado 'turismo saludable', que le cuesta a las arcas del Estado un importante volumen de recursos. Unos recursos que de prosperar alguna iniciativa anterior, podría incluso incrementarse de forma importante.
Ya en el Acuerdo del último Consejo Interterritorial se veía necesario el compensar a las comunidades autónomas por el gasto producido por ciudadanos europeos en el sistema sanitario. Para ello, sería imprescindible que España recaudase de los Estados miembros el coste que producen éstos en el Sistema; de no ser así, se volvería a tener un déficit financiero más que sumar al ya deteriorado sistema de financiación sanitaria.
Cabe recordar que la FSS-CCOO siempre ha propuesto y valorado positivamente aquellas medidas dirigidas a controlar el gasto sanitario, sin que ello suponga el detrimento del nivel asistencial y calidad de la atención prestada al usuario ni perjuicio a las condiciones laborales de los profesionales sanitarios.