Los terapeutas del centro aseguran que esta terapia, que contó con la colaboración de la Obra Social de La Caixa, complementa muy positivamente el tratamiento farmacológico administrado para casos de angustia, agitación, ansiedad o depresión a pacientes con Alzhéimer u otras demencias, ya que el valor terapéutico reside en la tranquilidad que transmite y los sentimientos positivos que despierta acunar a un bebé.
El personal del centro y los residentes pusieron nombre a esta pareja de bebés: Juan, para el varón, en honor al fundador de la Orden Hospitalaria, y Ana, para la niña, en memoria de Ana Osorio, señora de los Pisa, la familia que acogió a San Juan de Dios cuando enfermó y que donó a la Orden el edificio, hoy convertido en Archivo Museo de San Juan de Dios en Granada.
Beneficio emocional

Al beneficio emocional hay que sumarle el funcional, pues actividades como vestirlos o desvestirlos conllevan trabajos de coordinación bimanual y motricidad fina importantes. El hecho de seleccionar qué ropa ponerle al bebé según la temperatura y la estación del año, les ayuda a trabajar aspectos como la orientación espacio-temporal.
La terapia no requiere de un horario establecido, sino que se pone en marcha a demanda y según la necesidad cuando algún mayor presenta un episodio de agitación, angustia o aislamiento entre otras causas. El bebé cumple así el objetivo de calmar y modificar conductas disruptivas y estimular otras más adecuadas.
Bebés hiperrealistas
El equipo de terapeutas y sanitarios que atiende a los mayores de San Juan de Dios en la residencia comenzó un proceso de observación y experiencia, tras descubrir que durante los episodios de ansiedad que padecía una señora con Alzhéimer en fase inicial, remitía considerablemente cuando le ponían en sus brazos un muñeco de trapo. La residente conseguía fijar la atención sobre el muñeco, llegando a sonreírle y a sosegarla por completo.A partir de ese momento, los profesionales de San Juan de Dios estudiaron casos documentados de mejorías en pacientes con trastornos, síndromes y patologías diversas en EE UU o Alemania, tras participar en terapias con estos bebés hiperrealistas. Los beneficios en este primer período de trabajo con los mayores granadinos ya se están dejando ver, y comienzan a dejar las primeras anécdotas de acogida e implicación de los residentes, pues en ocasiones algunos cantan nanas a estos bebés mientras los acunan, e incluso llaman la atención de los profesionales de la residencia para alertar de que uno de los bebés puede enfriarse al no llevar calcetines puestos.