Para las personas migrantes y las minorías étnicas, la salud como un derecho en Europa está en entredicho. Esta premisa centra el debate en la V Conferencia Europea que se está celebrando en Granada -5th European Conference on Migrant and Ethnic Minority Health-, en la que expertos internacionales defienden una atención sanitaria de calidad para estas poblaciones vulnerables, principales víctimas de las políticas de austeridad.
En el transcurso del acto, se desarrolló la conferencia “Impacto de la crisis económica global en la población migrante y las minorías étnicas en Europa”, a cargo de Martin McKee, profesor de la London School of Hygiene and Tropical Medicine sobre el tema central del congreso. McKee ha realizado una descripción sobre las políticas de austeridad en los países de la Unión Europea, y los efectos dañinos que dichas políticas han generado en las personas, su calidad de vida y en la Sociedad del Bienestar.
Salud perjudicada
El conferenciante ha partido de un análisis económico de la situación desde el comienzo de la crisis en 2008 hasta nuestros días, identificando el interés que detrás de esta crisis y sus efectos han podido tener determinados poderes políticos y financieros. En su opinión, las políticas de austeridad que han puesto en marcha la mayoría de los países para salir de esta crisis alejan de la solución y perjudican seriamente a la salud de la población, especialmente y con más intensidad la salud de las poblaciones migrantes y las minorías étnicas, las poblaciones más vulnerables.Retroceso en España
En el caso de España, ha hecho referencia a que nuestro país ha limitado la cobertura pública a la población migrante en los últimos meses, dando un serio retroceso al respecto. Para McKee la crisis ha generado en Europa una reacción contra la población migrante y las minorías, se han activado sentimientos xenófobos y racistas desde todas las ópticas, sociales y políticas, hecho que ha repercutido también en las políticas de salud dirigidas a este grupo de población, mucho más restrictivas, contra sus derechos, su bienestar, su calidad de vida, y sin dar respuesta a sus necesidades.Además, recalcó la escasez existente de datos sanitarios, muchos de ellos desfasados, con que cuentan los países europeos en relación a la salud de estas poblaciones más vulnerable. No obstante, ha presentado algunos datos que hablan de aumento de suicidios en muchos de los países europeos como consecuencia de esta crisis, un aumento del VIH en estas poblaciones en países como Grecia, y también un incremento de otras enfermedades como la tuberculosis, la malaria, etc., hecho que no sólo afecta a su salud sino a la salud de toda la población europea.
Abandonar las políticas de austeridad
En definitiva, McKee ha defendido que los países europeos deben invertir en valores que realmente aportan beneficios, como la salud de las personas, deben abandonar las políticas de austeridad y que se debe seguir garantizando el derecho a la salud de todas las personas.En esta misma línea, Úrsula Trummer, profesora de la U. de Economía y Negocios de Viena, que ha participado en la mesa sobre “Salud, un derecho humano en Europa. Efectos de la crisis económica en el acceso a los sistemas de salud para la población migrante y las minorías étnicas”, ha destacado dos ideas principales: que es un riesgo de salud pública negar la atención a la población migrante indocumentada, y que los costes económicos de la exclusión son más grandes que los costes de la inclusión.