
El turismo de trasplante es "el viaje de donantes, receptores o profesionales para trasplante cuando éste implica el tráfico de órganos o su comercialización, o cuando los recursos dedicados a trasplantar a pacientes extranjeros compromete la capacidad de un país de ofrecer servicios de trasplante a su propia población", manifestaron los miembros de la TTS.
En este contexto, los profesionales de esta organización de ámbito mundial declararon que el turismo de trasplante "se reconoce como un problema universal, con implicaciones éticas, legales y de salud pública, cuya dimensión y características están todavía poco definidas, y su abordaje poco organizado y estructurado".
Ante ello, la recomendación de establecer este sistema "se extiende a los distintos Gobiernos y a las organizaciones nacionales de trasplantes", prosiguieron los representantes de la TTS, que reclamaron que la información registrada a nivel nacional "sea recopilada a nivel internacional en el Observatorio Global de Donación y Trasplante".
Necesidad de prevenir riesgos para la salud pública
Los sanitarios de la Sociedad Internacional continuaron en esta línea al exponer que la creación de este sistema de notificación "se sustenta en aspectos legales y éticos, pero también en la necesidad de prevenir riesgos para la salud pública". "La evidencia científica demuestra que entre un 40 por ciento y un 70 por ciento de los turistas de trasplante desarrollan al menos una complicación infecciosa y, de ellos, entre un 20 por ciento y un 50 por ciento, una infección mortal", explicó."La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre un 5 por ciento y un 10 por ciento de los trasplantes en el mundo se realizan bajo alguna forma de comercialización o son ética y legalmente inaceptables", aseguró la TTS, que concluyó afirmando que el sistema de notificación y su vínculo con el Observatorio "permitiría evaluar la dimensión del problema de manera más precisa, identificar los países implicados y monitorizar esta actividad".