Este estudio aborda los desafíos sanitarios, sociales, económicos y fiscales que la pandemia supone para los Gobiernos de todo el mundo en los diferentes niveles de gobernanza (local, regional y estatal), con claves para gestionar el impacto territorial de la enfermedad.
Este informe muestra cifras mediante las que se evidencia "la grave crisis económica provocada por la pandemia, no vista desde la desencadenada por la Segunda Guerra Mundial". Dicha crisis afecta también "a las cadenas de suministros mundiales" y provoca "menor demanda de las importaciones y de los activos económicos y, con ello, un incremento de las tasas de desempleo y del número de solicitantes de ayudas".
El documento de la OCDE evidencia que el impacto de la crisis "tiene un enorme peso territorial y difiere notablemente no solo entre países, sino también entre regiones y municipios dentro de los países, tanto en lo que se refiere a los datos detectados como a los datos de defunciones".