Entre los encuestados que dicen no querer vacunarse, "desciende el porcentaje de personas que indican que les falta información para decidir y el porcentaje que indica que puede tener riesgos para su salud", mientras que "aumentan levemente quienes piensan que la vacuna no será eficaz, quienes no creen en la utilidad de las vacunas y quienes creen que tienen pocas probabilidades de contagiarse", según los datos del ISCIII. Además, aumenta el porcentaje que responde que vacunaría a sus hijos si hubiera una vacuna contra la Covid-19 recomendada para ellos.
Por otro lado, la fatiga pandémica muestra "un ligero aumento", y en las respuestas sobre las vacaciones de verano destaca que "un 72 por ciento planeaba viajar fuera de su provincia o comunidad autónoma y que un 79 por ciento lo haría solo o con su unidad familiar", informa este Instituto. Según revela este estudio y, a pesar del aumento de la incidencia acumulada registrado entre los meses de junio y julio, la preocupación por el coronavirus se mantiene, mientras que la sensación de que el virus se propaga rápido pasa de un 43 por ciento en la ronda anterior a un 77 por ciento en esta última.
Por su parte, no varía el sentimiento de depresión (el 36% manifestó sentirse deprimido), desciende el sentimiento de miedo al 39 por ciento y sube ligeramente la preocupación por las nuevas cepas de coronavirus y la salud física y mental. El estudio pregunta, por primera vez, sobre la preocupación de “infectar a mi familia”, que se convierte en la segunda más mencionada.