
Para el profesional, un diagnóstico temprano de las espondiloartritis puede resultar determinante para la evolución de la enfermedad en los pacientes. Sin embargo, Aznar afirma que el retraso en el diagnóstico es una de las principales dificultades que presentan este tipo de enfermedades reumáticas, ya que se puede tardar varios años en identificar sus síntomas. "La evolución de la enfermedad es lenta y los daños radiológicos aparecen muy tarde, pueden pasar años sin tener un diagnostico radiológico", apuntó el coordinador de esta reunión. "Además, en numerosas ocasiones la espondilitis anquilosante puede confundirse con otras dolencias mecánicas menores como la fibromialgia", destacó.
"Hasta ahora se aplicaban los antiguos criterios de Nueva York para el diagnóstico de la espondilitis anquilosante, pero se ha demostrado que con estos criterios se retrasa demasiado el diagnóstico. Ahora contamos con técnicas como la resonancia magnética, con la que podemos ver lesiones agudas de inflamación, y con los criterios clínicos de clasificación ASAS (Assessment of SpondyloArthritis International Society) que nos facilitan el diagnóstico de estos pacientes", concluyó el especialista.