Diversos estudios muestran que la realización de ejercicio ligero durante la sesión de hemodiálisis, además de entretener y hacer más llevadera la misma, de unas cuatro horas al día tres veces a la semana, mejora la capacidad cardiopulmonar, reduce la ansiedad y los síntomas depresivos.
Ventajas
"Los beneficios derivados de esta iniciativa son tanto fisiológicos como funcionales y psicológicos. Además, el ejercicio mejora la capacidad funcional, la fuerza de los miembros inferiores y la calidad de vida", explica Judith Sánchez, que es supervisora de Enfermería de este centro.Cuando los pacientes llegan, el personal de este centro les atiende y realiza la conexión al monitor, comenzando el tratamiento de hemodiálisis. Tras esta conexión, se realizan varias series de ejercicios aeróbicos, anaeróbicos y de fuerza, guiados por los profesionales sanitarios y con soporte visual para la realización de la actividad. Un fisioterapeuta realiza seguimiento para trabajar la frecuencia, intensidad y duración de los ejercicios a medida que van pasando las semanas.
"El objetivo de esta iniciativa es que los pacientes mejoren su calidad de vida y su capacidad funcional, introduciendo, además, rutinas y ejercicios que puedan realizar de forma autónoma en casa o durante el tratamiento, una vez implementados y adaptados a sus posibilidades", concretan desde Ribera Salud.