"La importancia de este programa, que, además de la prevención de la enfermedad renal crónica avanzada, busca su diagnóstico precoz, radica en la dificultad de su detección, ya que en estadios iniciales es una patología asintomática y, cuando aparecen los síntomas, en fases ya muy avanzadas, estos son inespecíficos", explican los especialistas implicados en esta iniciativa.
Adicionalmente, debido a la pandemia causada por la Covid-19, este programa adquiere una especial relevancia, ya que la enfermedad renal crónica avanzada es el factor de riesgo más frecuente en la población general que sufrió el virus de forma severa, y también es el que más incrementa la probabilidad de infección grave (excluyendo la edad avanzada).
Tras el diagnóstico
En concreto, el Programa de Prevención de la ERCA está destinado a ofrecer evaluación, consejos y, eventualmente, tratamiento personalizado a aquellas personas que sufran una disminución de esas funciones de los riñones o tengan analíticas cuyos datos reflejen un posible daño en estos órganos.Los profesionales del centro de salud son quienes revisan esta información y coordinan la derivación del paciente al Servicio de Nefrología para una valoración adicional que, además, puede ser no presencial en una primera consulta, por vía telefónica o a través de una e-consulta. Tras el diagnóstico, los especialistas valoran el abordaje terapéutico de la enfermedad renal. "Se cura del todo escasas veces, pero sí se puede ralentizar su progreso", apuntan los nefrólogos de la Fundación Jiménez Díaz, indicando que el objetivo es "evitar la diálisis, que sustituye la función de los riñones".