
El presidente de SEFAC, Jesús C. Gómez, señala al respecto que "la población demanda que aportemos más información al prestar los servicios profesionales farmacéuticos, porque muchos de ellos podrían conocerse mejor, así como establecer una relación de confianza personal y comprobar que el paciente ha obtenido la información necesaria, la ha comprendido y la ha asimilado correctamente para seguir bien su tratamiento".
En la misma línea, el director comercial de ratiopharm, Pablo González Ipiña, destaca "la importancia de insistir en una mayor formación al farmacéutico, para reforzar el valor añadido de sus intervenciones y aumentar la comunicación con el paciente, trasladándola a su vez a la relación con el médico, para favorecer la adherencia terapéutica, donde el papel del farmacéutico es clave".
Y es que, según SEFAC, aunque tanto la población general como los pacientes dan una buena nota a la labor de los farmacéuticos comunitarios (un 7,4 de media sobre 10 y el 78 por ciento de la población considera que son profesionales que mantienen actualizados sus conocimientos ), el 49 por ciento de los usuarios de farmacia opina también que los conocimientos de estos profesionales no se aprovechan lo suficiente y solo el 51 por ciento cree que el farmacéutico comunitario está bien integrado en el sistema sanitario.