
Este procedimiento colegial es el primer paso para la obligada recertificación profesional, que deberá concretarse en el Real Decreto que el Ministerio de Sanidad se comprometió a publicar en los primeros meses de 2018. "La exigencia de la VPC para todos los colegiados médicos parte de la transposición de la Directiva Europea de cualificaciones profesionales, que quedó plasmada en el Real Decreto 581/2017", explica esta corporación regional, que hizo posible que Cantabria fuera la primera comunidad autónoma en en la que se puso en marcha la plataforma tecnológica de forma piloto.
Para el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Cantabria, el doctor Javier Hernández de Sande, con esta acreditación, los pacientes “estarán más tranquilos si tienen la garantía de que el médico que les trata tiene un expediente impoluto, no arrastra ningún problema de salud que pueda repercutir en el ejercicio de su profesión y desempeña la especialidad para la que se formó durante años, lo que implica que está en activo y que no se excede de sus competencias”.