
En este sentido, la presidente de la AEP, la doctora María José Mellado, asegura que “las Administraciones y los profesionales sanitarios, especialmente los pediatras, tenemos la responsabilidad de garantizar a todos los niños y adolescentes , sin diferencias geográficas o de razón social, su derecho a acceder a una Sanidad excelente que le evite el dolor, que favorezca su recuperación y que le trate y cuide como el niño que es, la población más preciada en todas las sociedades del mundo”.
"Los niños no son adultos pequeños, por lo que hasta el final del período de desarrollo, un niño necesita una atención experta basada en una formación concreta ajustada a sus necesidades”, concluye la máxima representante de la AEP. En concreto, esta sociedad científica considera que desproteger el derecho de los más pequeños a ser atendidos como niños y no como adultos significa también vulnerar otros derechos, como son el derecho al acceso, a las medidas preventivas, al cumplimiento de los estándares de calidad, a la seguridad o el derecho a evitar el dolor y sufrimiento innecesario.