Desde el 8 de abril de 2011, las prácticas en el ámbito de la continuidad asistencial han cobrado mayor relevancia, especialmente en su impacto sobre el servicio de urgencias y la reducción de estancias hospitalarias. Las enfermeras, como gestoras del cuidado, juegan un papel crucial en la implementación de estrategias que buscan mejorar la calidad y eficiencia de los servicios médicos.
Importancia de la Contención de Ingresos por Agudizaciones
La continuidad asistencial es fundamental para disminuir los ingresos por agudizaciones. Este enfoque no solo optimiza el cuidado del paciente, sino que también suaviza la carga sobre los servicios de urgencia, permitiendo una atención más rápida y efectiva para aquellos que realmente lo necesitan. La reducción del número de ingresos por complicaciones agudas se logra con una gestión proactiva y coordinada del personal sanitario.
Roles de las Enfermeras como Gestoras
Las enfermeras, ocupando roles de liderazgo en la gestión del cuidado, son esenciales para el éxito de estas estrategias. Su capacidad para identificar tempranamente signos de empeoramiento en los pacientes y la implementación de planes de cuidado continuos permiten prevenir la evolución hacia estados más graves que requieren hospitalización. Esta atención planificada y continua hace posible la disminución de las estancias hospitalarias, mejorando la experiencia general del paciente.
Reducción del Impacto en Servicios de Urgencia
Disminuir el impacto sobre el servicio de urgencia es otro beneficio importante de la continuidad asistencial. Al garantizar una atención continua y efectiva fuera del ambiente hospitalario, se pueden gestionar mejor las emergencias y evitar la saturación de los servicios. Esto no solo mejora la eficacia del sistema de salud, sino que también contribuye a una atención más personalizada y rápida.